Equinoccio de primavera y Sol en Aries

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Esta mañana el Sol ha entrado en el signo de Aries, marcando así el inicio de la nueva estación con el equinoccio de primavera (en el hemisferio norte, porque en el hemisferio sur celebrarán el equinoccio de otoño), el momento en el que las horas de luz y de sombra se equilibran y, pasado ese punto de equilibrio, las horas de luz comenzarán a tomar el relevo (mientras que en el hemisferio sur será la oscuridad la que aumente).

La primavera siempre ha sido considerada la temporada de despertar y renacer. Es la época del año en que la naturaleza se despierta del sopor del invierno para prepararse para el calor del verano: la savia vuelve a poner verde las plantas y los árboles, los brotes y las flores se abren, los pájaros regresan a cantar mientras construyen sus nidos, toda naturaleza está en fermento.
Y nosotros no somos menos: la energía aumenta, es más fresca y más brillante, queremos redescubrir el contacto con la naturaleza y respirar aire fresco, hacer y crear (no por casualidad es la temporada que siempre ha inspirado más artistas); y cuando los días se alargan, la epífisis segrega menos melatonina, lo que aumenta la concentración de serotonina, también conocida como la hormona del buen humor.

La etimología de la palabra “primavera” se refiere a la transición de la estación fría a la cálida: se compone de dos términos “prima” y “vera”; este último nos devuelve a la raíz sánscrita “vas” que significaría “quemar, brillar” y que, por extensión, también indica verano, por lo tanto, la primavera es la “temporada anterior al verano”. Según otras interpretaciones, significaría “la primera temporada”, como en la lengua francesa “printemps”. En inglés, por otro lado, decimos “spring”, que significa “manantial, fuente”, y que, por lo tanto, nos devuelve a la idea de un comienzo, un renacimiento.
Los celtas llamaron al equinoccio de primavera “Eostur-Monath” y luego “Ostara”: el nombre es de dudosa etimología, aunque una hipótesis lo remonta al término “aus” o “aes”, que significa “este” (y que es precisamente la dirección donde vemos salir el sol). Y veneraron a la diosa Eostre, portadora de la fertilidad y vinculada al nacimiento, y cuyo nombre se usaba para nombrar la Pascua en el idioma inglés (Easter) y en el idioma alemán (Ostern).

Podríamos considerar el equinoccio como un portal de energía que nos brinda la oportunidad de experimentar un nuevo comienzo, un renacimiento, recordando, sin embargo, cuán necesario es el equilibrio para renacer. De hecho, nos pide que entendamos si hay un equilibrio entre la luz y la sombra dentro de nosotros, y posiblemente cómo podemos mantenerla o cómo podemos regresar a ella; porque podemos renacer solamente cuando la luz y la sombra se fusionan, cuando podemos fusionarnos con el todo y volver a la unidad, al amor.

Sol en Aries

Con el equinoccio de primavera astrológicamente, entramos en el signo de Aries, el elemento Fuego; el Fuego trae luz y acción, por lo que será esencial para poder manifestar nuestras intenciones y proyectos, para realizar lo que hemos estado incubando durante los últimos meses. En la naturaleza, este fuego está representado por la energía del sol que despierta y fecunda la tierra, mientras que en nosotros está representado por el despertar de la Kundalini, la energía vital.

Todo proceso creativo comienza con el Fuego de Aries: este signo nos habla de pasión, entusiasmo, valentía, ingenio y confianza; representa el despertar, el nacimiento, el comienzo, y con la entrada del Sol en este signo comienza también un nuevo año astrológico.
Por lo tanto, la energía del Fuego nos pide que empecemos algo, que nos movamos en la dirección que queremos tomar. Y Aries nos insta a ir directamente hacia la meta, sin perder tiempo. Actúa según su instinto, sin pensar: útil en situaciones de emergencia o cuando se requiere una toma de decisiones rápida, pero en otras circunstancias una acción desmedida puede ser prematura o incluso causar daños.

Sin embargo, Aries nos recuerda la importancia de elegir actuar: si el brote saliera a la luz antes de tiempo, probablemente quedaría congelado por el frío, pero si esperara el momento perfecto para nacer, probablemente nunca lo haría. Y esto también es cierto para nosotros: a veces sólo tenemos que actuar, de lo contrario correríamos el riesgo de quedarnos atrapados en situaciones estancadas.
Al fin y al cabo, el arquetipo de Aries es el Guerrero o la Guerrera que, con valentía y determinación, actúa para alcanzar su objetivo, que no teme romper las viejas estructuras que desea cambiar: Aries nos insta a activar nuestro Guerrero interior, pidiéndonos que nos hagamos valer y expresemos claramente nuestra voluntad.

¿Qué aceites esenciales pueden ayudarnos en esta época? Si Aries nos empuja a ser demasiado impulsivos y necesitamos calmar nuestra pasión, activar un poco nuestra concentración mental y volver a nuestro centro, podríamos utilizar Menta, Incienso o las sinergias Harmony, Stress Away o Peace & Calming. Si necesitamos fortalecer nuestra voluntad y coraje, alineándonos con la energía guerrera de Aries, podríamos utilizar el Romero, el Jengibre o la sinergia Valor. Y si necesitamos calmar la ira y desintoxicar el hígado, podríamos utilizar la Lavanda o las sinergias Release y White Angelica. (Si necesitas consejo sobre qué aceites esenciales son los mejores para ti, o si quieres comprarlos pero no sabes por dónde empezar a la hora de elegir unos de buena calidad, puedes ponerte en contacto conmigo).

Ahava, Francesca Zangrandi

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