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La próxima semana, y exactamente en la noche entre el lunes y el martes, se producirá la luna nueva en el signo de Virgo: no sólo Sol y Luna estarán conjuntados en este signo, sino que con ellos estará también Marte.
Virgo es un signo que busca la integración individual, tanto física como mental, emocional y espiritual: ha pasado por todas las etapas de los signos anteriores, es decir, por la valentía impulsiva de Aries, la estabilidad de Tauro, la curiosidad de Géminis, la necesidad de arraigo de Cáncer y la creatividad de Leo, y ahora busca reordenar todo lo que ha adquirido para preparar el terreno que luego permitirá la salida al mundo y la colaboración con el exterior. Para Virgo, todo debe integrarse, encajar, mezclarse: su tarea es consolidar todas las diferentes etapas de la experiencia en un todo orgánico que funcione, preparando el terreno para los siguientes signos del zodiaco, que representan las relaciones con los demás, la sociedad y el mundo.

En el calendario astrológico utilizado por la comunidad de María Magdalena y Yeshua, Virgo era en realidad el signo que iniciaba la rueda, y de hecho tiene sentido.
¿Cuántas cosas empezamos en septiembre? Para algunos es la vuelta al cole, para otros un nuevo curso de formación, para otros la reanudación de las actividades deportivas; retomamos nuestras actividades cotidianas después de las vacaciones, nuestra mente se reactiva con nuevas ideas y nuevos proyectos, etc…

Y no olvidemos que septiembre es un número nueve que, al ser el último de la serie de dígitos, anuncia tanto un final como un nuevo comienzo; y no es casualidad que la palabra «nueve» en muchos idiomas esté profundamente relacionada con la palabra «nuevo»:
– en italiano «nove – nuovo»
– en español «nueve – nuevo»
– en latín «novem – novo»
– en alemán «neun – neu»
– en francés «neuf – neuf»
– en portugués «nove – novo».
El número nueve se considera sagrado y representa la finalización de un ciclo: contiene en sí mismo el doble concepto de principio y fin, muerte y renacimiento; en un sentido elevado, es el número de la iniciación, porque marca el final de una fase de desarrollo espiritual y el comienzo de otra fase superior (simbolizada por el paso de las unidades a las decenas). Y su relación con el ciclo infinito de vida-muerte-renacimiento nos recuerda la figura geométrica del círculo, en la que no se distingue el principio del fin, recordándonos la eternidad del movimiento, la perfección, la ausencia de división, la homogeneidad.

Cierres y nuevos comienzos

Así que podríamos decir que representa el cierre de un ciclo y el comienzo de otro: la tierra fértil de Tauro ha llegado al final de su ciclo, y ahora la necesidad ya no es recoger los frutos para comer (típico de Leo), sino conservarlos para la temporada de invierno. Es el momento de proteger la cosecha, por lo que para Virgo es fundamental el control: las energías están en fase descendente, el futuro es incierto, por lo que es bueno entender la situación y encontrar un esquema de referencia para seguir metódicamente, porque Virgo necesita que todo esté perfectamente en orden.
El glifo de Virgo se asemeja a la letra emme, pero termina con la tercera pata doblada hacia adentro, como para enfatizar su naturaleza introvertida y su necesidad de protegerse: así como la tierra se encierra en sí misma para proteger sus riquezas de las inclemencias del invierno, nosotros necesitamos proteger nuestra semilla de luz, es decir, este es el momento de reunirnos para preparar el salto cuántico que nos espera, atesorando la experiencia adquirida y corrigiendo cualquier imperfección.

La energía Tierra está muy presente en esta luna nueva: no sólo la Luna, el Sol y Marte están en el signo de Virgo, sino que además forman un trígono de Tierra con Urano en Tauro y Plutón en Capricornio.
Virgo ama el orden, necesita organizar y ordenar el exterior para ordenar también el interior, su mente (está regida por Mercurio); por eso nos invita a ser concretos y a prestar atención a las rutinas diarias, porque al fin y al cabo es lo que hacemos día a día lo que crea nuestra realidad y nuestra vida. También nos pide que incluyamos tiempo en nuestras rutinas diarias para dedicarnos a nosotros mismos y a nuestro bienestar, porque al fin y al cabo, este signo también nos habla del cuerpo y de la salud.

Dejar atrás lo viejo y abrirse a lo nuevo

Pero estos pequeños ajustes en nuestros hábitos cotidianos (alimentación, comportamiento, pensamiento, etc…) conducirán poco a poco a grandes cambios, porque Urano y Plutón son planetas que nos hablan de transformación: Urano en el Tarot corresponde a la carta La Torre, mientras que Plutón corresponde a la carta La Muerte, por lo que de alguna manera se nos pide que dejemos ir lo viejo, que lo destruyamos, que lo transformemos, para que se pueda construir lo nuevo. Además, nada menos que cinco planetas están retrógrados (Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, Plutón), más dos asteroides (Quirón y Pallas), por lo que sugieren que esta muerte y renacimiento debe ser interna.

Lilith y el Nodo Norte estarán en conjunción exacta en el quinto grado de Géminis, por lo que se nos pide que contactemos con nuestras sombras, con nuestras emociones más intensas, con todo aquello que generalmente negamos. Además, Lilith y el Nodo Norte forman un trígono de Aire con Mercurio en Libra y Saturno en Acuario: si tomamos conciencia de nuestras sombras y emociones negadas, podemos hacernos responsables de nuestra mente, pensando y comunicando de una manera diferente, menos destructiva, lo que nos permitirá sentar unas bases más constructivas y positivas.

Para los indios americanos, la Madre Clan de este nuevo ciclo lunar que comienza es la Mujer Sol Menguante, la guardiana de los sueños y objetivos del mañana, que nos enseña a conservar y utilizar los recursos sin malgastarlos, a prepararnos para el mañana planificando el presente, a crear y cumplir objetivos, y a utilizar nuestras intenciones para proveer a las generaciones futuras.
Entonces, ¿qué intenciones y propósitos queremos plantar para el nuevo ciclo con respecto a nuestros cuerpos y a la Madre Tierra? ¿Qué hábitos queremos abandonar porque no son saludables para nosotros o para el planeta Tierra?

Virgo es el signo que nos insta a prestar atención y cuidar todo lo que hacemos, y nos enseña que cada pequeño paso nos acerca a la meta. También nos invita a integrar todo lo que hemos estudiado y aprendido hasta ahora para pasar finalmente a la práctica.
Entonces, ¿qué cambios hacemos?

Utilicemos esta luna nueva para plantar nuestras intenciones que nos lleven a construir un nuevo estilo de vida, para sentar las bases de nuevos hábitos y rutinas que nos ayuden tanto a nosotros como a la Madre Tierra.
Feliz luna nueva, Francesca Zangrandi

PD. El próximo lunes 6 de septiembre a las 20.30 (hora España y CET), nos reuniremos para celebrar juntos con una CEREMONIA DE LUNA NUEVA. El encuentro será online, en la plataforma Zoom Meeting, y será GRATUITO.

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