Llegamos a la quincuagésima cita de la columna “Lunes de mujeres”, que sale cada primer lunes de mes. En los últimos meses hemos hablado mucho de la placenta, de sus funciones y de sus significados más energéticos y espirituales, pero también de lo que ocurre con la placenta después del parto.
Sin embargo, como ya hemos mencionado, desde hace años se está extendiendo cada vez más también en Europa el Parto Lotus, o Lotus Birth, que consiste en no cortar el cordón umbilical, dejándolo así unido al recién nacido y esperar, con ciertas precauciones, a que el cordón umbilical se seque y se desprenda espontáneamente del cuerpo del bebé.
Si nunca has oído hablar del parto Lotus, puede que al principio tengas una reacción de disgusto o rechazo: “Seguro que eso no es higiénico.” O quizá pienses que sería demasiado incómodo: “¿Cómo es posible mover y desplazar al bebé si la placenta sigue adherida?”
Pero, por supuesto, esto sólo se debe a que no tenemos suficientes referencias de esta práctica en nuestra cultura, y a que el parto, como muchos otros procesos fisiológicos de la mujer, se ha medicalizado en exceso. De hecho, el parto lotus es en realidad una técnica muy antigua, aún viva entre los aborígenes australianos, habitual en la época de los faraones de Egipto, cuya prueba reside en el descubrimiento de imágenes que muestran la placenta junto con el bebé.
Con el paso del tiempo (sería interesante poder determinar la evolución, o más bien la involución que ha sufrido el nacimiento), la modalidad se fue perdiendo hasta que, a finales de los años setenta, fue resucitada por Claire Lotus Day, una mujer estadounidense capaz de leer los daños causados por el corte del cordón umbilical, gracias a su capacidad para ver el aura de las personas. Desde entonces, muchos médicos y comadronas (con visión tanto espiritual como científica) de Australia, EE.UU., Gran Bretaña y Canadá han reconocido el potencial del nacimiento Lotus y llevan adelante su mensaje con gran amor (Shivam Rachana, Ina May Gaskin, Jeannine Parvati Baker, Sarah Buckley, Michel Odent, etc.). – Susanna Swapana Hinnawi
Y sí, puede que no sea lo más cómodo mantener el cordón y la placenta unidos al recién nacido, pero en pocos días se desprenderán por sí solos. Además, no es que en los primeros días tras el parto la madre sienta la necesidad de llevar quién sabe qué vida mundana: el primer periodo tras el parto es un tiempo en el que la madre necesita descansar, conocer a su bebé y crear su nueva familia, además de disfrutar de ella. Y aunque tener la placenta unida al bebé puede ser una incomodidad, también facilita un vínculo íntimo entre madre e hijo.
Además, como mencionamos el mes pasado, dejar que la sangre contenida en la placenta llegue al bebé, sin cortar el cordón umbilical, ofrece numerosos beneficios; de hecho, desde hace más de doscientos años existe una vasta literatura médica que discute los perjuicios de cortar el cordón desde un punto de vista fisiológico. Entonces, ¿qué es una pequeña molestia durante unos días comparada con los numerosos beneficios para la salud del bebé a largo plazo?
Sobre la creencia de que puede ser una práctica antihigiénica y que puede haber infecciones, sin embargo, puedo asegurarte que no es así. De lo contrario, no se seguiría practicando, no sólo en los partos en casa, sino también en algunos hospitales.
Sí, ¡también existe esa posibilidad! Pero no se trata de que te presentes en el hospital en el momento del parto y digas que quieres un parto en Lotus: tienes que decidirlo con tiempo, solicitar un formulario preparado por el servicio regional de salud, firmarlo y hacerlo firmar por los jefes del servicio de obstetricia y neonatología; y luego hay que presentar ese formulario en el momento del parto. (Este es el procedimiento en Italia.)
No cabe duda de que algunos, incluidos los médicos, consideran que el nacimiento Lotus es antihigiénico y peligroso, pero ¿por qué no se considera también peligroso cortar el cordón umbilical, que, como hemos visto, no sólo plantea diversos riesgos para la salud del bebé, sino que además produce una herida que permanece abierta y por la que los bebés corren el riesgo de infectarse? En cambio, al practicar el parto Lotus, el cordón y la placenta no se pudren, simplemente se marchitan, y el cuerpo del bebé no tiene que prepararse para curar una herida. Sin embargo, lo que ocurre con el corte del cordón umbilical es que el muñón del cordón umbilical que queda unido al bebé se va marchitando poco a poco, volviéndose negro, y es necesario continuar con los apósitos durante unos días hasta que la herida esté completamente curada.
En el parto Lotus, el cordón se vuelve más fino y friable en poco tiempo y la placenta, en el momento del desprendimiento, ha disminuido considerablemente de volumen. Mientras permanece unida al bebé, sufre un proceso orgánico de desecación y momificación, como si se fuera vaciando poco a poco. Suelen ser los propios bebés los que, con una patada, se separan del cordón, y es en ese momento cuando tiene lugar el verdadero comienzo de la vida extrauterina.
En 2001, Robin Lim escribió un artículo sobre el nacimiento Lotus en la revista Midwifery Today Magazine (nº 58), en el que relataba un episodio muy interesante:
Pradheep, medico biochimico e raggiante neo-padre, si era sentito spiritualmente portato a scegliere una nascita non violenta. Da scienziato era curioso di vedere come si sarebbe comportata la natura nel rapporto tra suo figlio e la placenta. (…) Al quinto giorno, la nonna del bambino fece una scoperta. Aveva osservato che, quando il nipotino era al seno della mamma, la placenta, che giaceva a circa 40 centimetri da lui, pulsava. La signora, lo aveva fatto notare al genero sbalordito.
Quando arrivai per la visita, Pradheep fremeva per dimostrarmelo. Ero testimone di una miracolosa rivelazione: niente meno che dopo cinque giorni dalla nascita, nonostante il cordone ombelicale fosse secco, apparentemente senza vita, la placenta rispondeva al bambino mentre questi veniva allattato della mamma. Le parole del padre biochimico: “Sono certo che qui c’è qualcosa che sta comunicando. Non mi sento tratto in inganno dall’apparenza secca del cordone: profondamente, nel centro, c’è vita. Qualcosa di essenziale viene trasmessa al mio bambino da parte della sua placenta.”
Obviamente puede ser que no todas las mujeres se sientan preparadas para esta experiencia, pero creo que es importante al menos empezar a informarse bien, para conocer también esta modalidad. Porque los beneficios para el niño son realmente numerosos, y si desde 2005 ha habido varios partos Lotus en Italia, la mayoría en casa, pero también en el hospital, y las mujeres vuelven a repetir la experiencia con sus siguientes hijos, ¡significa que no es una hazaña imposible, ni peligrosa!
Ahava, Francesca Zangrandi
PD. La próxima cita de esta columna será el primer lunes de marzo, pero, mientras tanto, si deseas mantenerte actualizada sobre los diversos artículos que publico en el blog, puedes suscribirte al boletín, poner “Me gusta” en la página Facebook, seguirme en Instagram o puedes suscribirte al canal de YouTube. Y si crees que este artículo pueda interesar a alguien que conoces, puedes compartirlo. Muchas gracias!
