Mañana por la noche se perfeccionará el primer cuarto lunar, que se produce cuando la Luna forma una cuadratura con el Sol. Por un lado, la Luna en Libra, signo de Aire, y por otro el Sol en Cáncer, signo de Agua: por un lado, la necesidad de equilibrio, de armonía, de sentido de la justicia, de relación con el otro, y por otro el impulso de emocionalidad, de sensibilidad, de receptividad, de cuidado, de apego, así que de alguna manera los dos luminares nos hacen llevar nuestra atención a las relaciones.
El Sol está en conjunción con Júpiter, aportando aún más enfoque a las emociones, pero también pidiéndonos que nos atrevamos, que creemos una nueva versión de nosotros mismos. Y los dos no sólo están en cuadratura con la Luna en Libra, sino también con el asteroide Ceres en Aries, formando una T cuadrada.
Ceres representa a la diosa itálica de la vegetación que más tarde se identificó con la diosa griega Deméter, y con Isis, que representa a la gran diosa de la maternidad y la fertilidad en la mitología egipcia. Ceres nos habla de la necesidad de alimentar y proteger, pero también del luto y de la posibilidad de destruir todo lo que se encuentra en el camino para recuperar lo perdido: ¿recuerdas que en el mito Deméter tuvo que llegar a un acuerdo con Hades para recuperar a su hija Perséfone durante medio año? E Isis nos habla de la necesidad de reunir y unificar para crear un ser completo, de volver a ensamblar las partes de cosas separadas en un nuevo todo, de buscar la totalidad o la culminación: ¿recuerdas que en el mito Isis tuvo que recorrer la tierra en busca de las partes desmembradas del cuerpo de su marido Osiris, después de que su celoso hermano Set lo hiciera pedazos?
Venus, el regente de este cuarto lunar, está en el signo de Tauro, en conjunción con Urano: esta conjunción se perfeccionará el viernes, en el último grado de Tauro, justo antes de que Venus pase al signo de Géminis (donde Urano también le seguirá unos días después).
Siendo Urano el gran revolucionario, esta conjunción trae cambios en los valores, comenzando una nueva era de cómo nos relacionamos como individuos, empujándonos a disfrutar de cosas nuevas y diferentes a las habituales a las que estamos acostumbrados. Además, esta conjunción marca el fin de un ciclo económico para comenzar uno nuevo.
Dejémonos sorprender, abriendo nuestro corazón a lo inesperado. Francesca Zangrandi
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