Durante la madrugada se perfeccionará el último cuarto lunar. Cuando la Luna está en cuarto menguante, nos ayuda a limpiar, a desprendernos de lo viejo para dejar sitio a lo nuevo; el mes pasado el último cuarto lunar tuvo lugar en el signo de Piscis, mientras que esta vez será en el signo de Aries.
La Luna está en Aries, un signo de Fuego regido por Marte, y está en conjunción con Quirón, mientras que el Sol está en Cáncer, un signo de Agua.
La energía del Fuego de Aries nos invita a encontrar el valor para empezar algo e ir en la dirección que queremos; está temblando de impaciencia y agita las aguas tranquilas de Cáncer, haciéndolas hervir. Es una fusión de agua y fuego, emociones y acción, corazón y cuerpo, energía femenina y energía masculina. Pero la Luna está en conjunción con Quirón, el sanador herido, el que representa nuestras heridas (físicas, emocionales, mentales y espirituales) y al mismo tiempo nuestra sanación, el que es capaz de sanar heridas internas y redescubrir talentos innatos; y al estar en el signo de Aries, nos da la oportunidad de sanar el YO SOY y enfatiza el peso de las heridas relacionadas con el derecho a existir, la autoafirmación, la búsqueda de lo que uno desea y la iniciativa.
Así que esta fase lunar nos invita a trabajar sobre nosotros mismos y nuestras vulnerabilidades, también porque tanto Aries como Cáncer nos enseñan a poner nuestra atención en nosotros mismos: Aries es el YO SOY y nos invita a movernos y actuar desde nuestros impulsos y deseos; Cáncer nos invita a actuar desde el corazón y a cuidar no sólo de los demás sino también de nosotros mismos, nutriéndonos y convirtiéndonos en nuestra propia madre.
Marte, el regente de esta fase lunar, se encuentra en el signo de Virgo y está en conjunción con el Nodo Sur, que representa de dónde venimos, es decir, la memoria kármica, lo que conocemos bien y lo que nos pertenece, pero que también es la zona de confort de la que deberíamos salir si queremos crecer y evolucionar. Por lo tanto, es posible que nos centremos demasiado en lo concreto, lo práctico y la atención a los detalles, con lo que nos encontraremos repitiendo patrones del pasado o siendo demasiado perfeccionistas y críticos.
Además, Marte está implicado en una cuadratura en T con Venus en Géminis cuadrando los Nodos Lunares y Marte: este aspecto puede provocar tensiones y conflictos que podrían dificultar las relaciones interpersonales, así que recordemos trabajar la flexibilidad y la comunicación para encontrar un equilibrio entre nuestras necesidades prácticas y nuestras relaciones.
Así que intentemos no ser demasiado impulsivos, sino contar hasta diez antes de reaccionar, porque con esta Luna puede haber conflictos relacionados con la individualidad, la independencia y la aparición de heridas emocionales (Quirón en conjunción con la Luna), sobre todo si reaccionamos con ira o frustración (y puede ser, ya que con la Luna y Quirón también está el asteroide Eris, hermana de Aries/Marte y diosa de la discordia y la lucha).
Que podamos encontrar un equilibrio entre nuestra individualidad y nuestras necesidades emocionales, Francesca Zangrandi
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